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El cultivo hidropónico de flores CBD permite explotar todo el potencial de cada variedad. Este método de cultivo sofisticado y rigurosamente supervisado proporciona a las flores espléndidos cogollos y una fragancia excepcional.
Cali Kush
Mango Haze
Orange Sherbet
¿Qué es el cultivo hidropónico?
El cultivo hidropónico es un método de producción en interiores que se basa en el crecimiento de las plantas en agua, sin tierra. Las raíces se alimentan directamente con una solución nutritiva perfectamente dosificada, lo que permite que cada planta se desarrolle de forma óptima. Gracias a esta técnica sin suelo, las flores de CBD cultivadas en hidroponía se destacan por su alta concentración de CBD, su apariencia cuidada y sus aromas intensos.
En este sistema, la tierra se reemplaza por un sustrato neutro e inerte – como la fibra de coco, la perlita o la lana de roca – que sirve únicamente como soporte para las raíces. Esta elección permite controlar con precisión los nutrientes, favoreciendo un crecimiento más rápido y homogéneo.
El cultivo hidropónico también es una alternativa más respetuosa con el medio ambiente. Permite reducir residuos y sustancias contaminantes, al tiempo que ofrece un mejor control de las condiciones de cultivo. ¿El resultado? Cogollos resinosos, potentes y de alta calidad para una experiencia de CBD tan pura como eficaz.
¿Por qué elegir flores de CBD cultivadas en hidroponía?
El cultivo hidropónico ofrece muchas ventajas frente a los métodos tradicionales, especialmente por el control preciso de todos los parámetros de crecimiento. Optimiza el aporte de agua y nutrientes, reduciendo el consumo de recursos y mejorando el rendimiento. ¿El resultado? Flores de CBD potentes, de calidad y a un precio accesible.
Otra gran ventaja de esta técnica es su capacidad para producir una gran cantidad de flores en un espacio reducido. La hidroponía maximiza el uso del espacio y permite obtener hasta un 20% más de rendimiento por planta en comparación con el cultivo en tierra. Es, por tanto, un método eficiente, económico y sostenible.
Pero eso no es todo: la hidroponía también mejora la calidad final de las flores de CBD. Los aromas son más marcados, los cogollos más densos y los sabores mejor conservados. Cada flor se desarrolla de forma óptima, ofreciendo una experiencia sensorial más rica, con notas florales intensas y agradables.
Por último, este método de cultivo se adapta a cualquier entorno y puede utilizarse durante todo el año, independientemente del clima exterior. Ideal para los productores que buscan estabilidad y regularidad.
¿Cómo funciona el cultivo hidropónico para el CBD?
El cultivo hidropónico se basa en un control riguroso de las condiciones de crecimiento para favorecer un desarrollo rápido y saludable de las flores de CBD, sin comprometer su calidad. Todas las variedades de nuestro catálogo han sido cultivadas según estos estándares.
Un sistema adaptado a las necesidades de la planta
Todo comienza con la elección de un sistema hidropónico adaptado al entorno de cultivo. Según los objetivos y limitaciones del productor, se pueden usar varias técnicas, como la aeroponía o el sistema de película nutritiva. Estos sistemas permiten una irrigación controlada mediante una solución enriquecida con nutrientes esenciales.
Nutrición a medida para cada variedad
Las plantas se alimentan con una solución nutritiva completa, compuesta de minerales y oligoelementos esenciales: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre… Esta solución se ajusta según las necesidades específicas de cada variedad para optimizar su crecimiento y reforzar su resistencia natural.
Condiciones óptimas hasta la cosecha
Durante todo el ciclo de vida de la planta, las condiciones de cultivo se mantienen con precisión: temperatura estable entre 20 y 30 °C, humedad entre 40 y 60 %, e iluminación ajustada según las fases de crecimiento y floración. Este control minucioso da como resultado flores de CBD con aromas intensos y una estructura densa.
Supervisión continua de la calidad
Para garantizar una calidad constante, la solución nutritiva se controla constantemente: el pH se mantiene entre 5,5 y 6,5, y la conductividad eléctrica entre 1,0 y 2,5 mS/cm – parámetros esenciales para favorecer la absorción de nutrientes.